El Daredevil de Miller-3: Guerra de Bandas
 

Imagen enlazada A partir del número anterior, donde se nos presenta a Elektra, el amor de juventud de nuestro protagonista y cuya presencia se intuirá como telón de fondo de toda la etapa de Frank Miller, el autor comienza a sentirse a gusto y apoyado por la editorial en un título abocado a la desaparición que, gracias al cambio radical que estaba teniendo lugar, empezaba a estar en boca tanto del público como de la crítica.

Miller empieza a desarrollar todo su potencial y vemos como va mejorando número a número, con la realización de historias más complejas que serán importantes en números futuros.

Así, llegamos ya al número 169, donde Bullseye se escapa de la prisión como loco lo que desencadena una orgía de violencia contra todos los “daredeviles” del mundo. Este hecho se explica por un tumor en la cabeza.

Imagen enlazada Imagen enlazada Imagen enlazada

170 a 172. Vuelve Kingpin de su retiro del reino del crimen, retirado por el amor de Vanesa, su esposa, tiene que volver a la vida criminal precisamente para recuperar a ésta (secuestrada). Se desencadena una Guerra de Bandas. Bullseye, al que le han dado la libertad al quitarle el tumor del coco, trabaja para Kingpin. Vanesa, después de desencadenar (indirectamente) la vuelta de Kingpin a su vida criminal (para regocijo de todos nosotros) acaba perdida en las cloacas.

Imagen enlazada 173. Lady Killer. Este número autocontenido (con historia autoconclusiva) trata del (lamentablemente actual) difícil tema de los abusos y violaciones, del papel de la víctima y de lo difícil que es sobreponerse a este papel.

Por otro lado, inicia una tradición de las traducciones imposibles. Me explico, hay una tradición no verbalizada (al menos hasta hoy) según la cual, en las obras de Miller, cuando un título junta la palabra “kill” o sus derivados con otra palabra que designe a cualquier individuo del sexo femenino el traductor tiene absoluta libertad para poner lo que él crea oportuno. Así, en éste número el traductor de Forum tradujo Lady Killer por Lady Asesina (título que no “pegaba” con la temática ni la historia que se contaba) cuando, según mi modesta opinión, habría sido más correcto poner por ejemplo: Asesino de Mujeres. Este tema se repitió años después cuando Norma publicó la saga de Sin City (otra editorial, otra obra) titulado en inglés: A dame to kill for. Traducido por : Moriría por ella. Lo más correcto hubiera sido: Una dama por la que matar.